En el Partido Popular no hay tensión, lo que hay son puñaladas traperas y un mal rollo acojonante. Si la derrota de 2004 hizo que los dirigentes peperos se dedicaran a crispar a través de sus medios profiriendo toda clase de barbaridades contra todos los que no les habían votado, la de 2008 les ha hecho mucho daño, han pasado a las puñaladas traperas entre ellos. Unos cuantos dirigentes del PP han decidido irse a otra parte (Zaplana, Acebes, Piqué, etc), otros amenazan con irse sin irse (María San Gil), y dudan de Mariano Rajoy. A las puertas de la propia sede central se organizan protestas a favor y en contra del líder convocados por SMS, y no son los militantes de otros partidos, son los propios peperos. Se les oye despotricar contra Rajoy, a Gallardón le llaman traidor.
23 de maig 2008
El Partido Popular
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