14 de jul. 2008

Carta a los fascistas del manifiesto

En estos tiempos en que esa derecha mediática desvergonzada y sin educacación anda completamente histérica y desmadrada viendo como todas las patrañas fracasan una detrás de ootra, esos tipejos que usan los términos progre o progresía como un insulto sin saber que es un progre ni que es la progresía - aún menos el progreso ya que por su mentalidad andan en la Edad Media - conviene decir las cosas claras. Esa derecha que se las da de intelectual y en cambio solo demuestra su aboluta ignorancia sobre todo, sus prejuicios y sus tics autoritarios. Para ser supuestamente gente de orden y pretendidamente ilustrada demuestran una falta de educación propia de sargentos chusqueros de cuando Franco era cabo. Para ser hombres de alma cristiana logran pasarse por el forro los diez mandamientos y parece que son adictos a cometer los siete pecados - unos cuantos más - y a desconocer cuales son las virtudes teologales. Se sacan de la manga cualquier historia que la realidad se ocupa de dejar en evidencia y hasta que el laboratorio de patrañas ultras no logra idear una nueva sacan la tradicional patraña que habla de la inexistente persecución del castellano en Catalunya. Pronto se diluirá para reaparecer nuevamente quizá dentro de un año. Resulta curioso ver quienes son los que hacen bandera de este asunto. La COPE del pequeño radioobispo san Fede, el TrolaNews del piscinero Pedrojeta, el monárquicofranquista ABC, su clon La Razón, sectores del PP muy de derechas o gente de la calaña de la Convivencia Cívica Catalana del fascista Francisco Caja. Este tipo es un asiduo a los actos de exaltación franquista. El nombre de su pandilla de correligionarios - aficionados a saludar a la romana - como he dicho se llaman Convivencia Cívica Catalana. Hay que tener mucha desvergüenza que unos tipos que promueven lo opuesto a la convivencia, que de cívicos tienen poco y de catalanes aún menos usen esas tres palabras. Es como esos países que se llaman república democrática de, que de democráticos no tienen nada, éstos ni son catalanes, ni son cívicos no les interesa promover la convivencia. Toda esta panda que apoyan o firman ese nuevo manifiesto siguen firmemente las doctrinas de Goebbels de reptir las mentiras hasta que todos crean que es verdad. Lo que más me ha sorprendido de esta gentuza miserable es que consideren catalán, gallego y euskera un peligro para España. Eso lo dicen unos tipos cuyas ideas son las mismas que los que en 1939 entraban por la Diagonal dispuestos a conculcar los derechos de los catalanes (empezando por la prohibicón de la lengua) y a robar todo lo que les fuera posible a punta de pistola. Estos firmantes del manifiesto tienen las mismas ideas que quienes sometieron a mi ciudad a despiadados bombardeos masivos, los primeros de la Historia sobre la población civil, y que luego se harían habituales en la SGM. Este manifiesto miserable firmado por miserables quedará en nada, ellos lo saben, solo se
podrían imponer sus ideas pistola en mano, por suerte para los catalanes pese al ruido mediático que estos tipejos son capaces de hacer, carecen de fuerza real. Es cierto que en España les están haciendo bastante caso pero la fuerza de esta gente es nula. Basta ver que cuando estos cretinos se han manifestado no han logrado reunir más de una quincena de correligionarios. Lo más sorprendente de ese grupo de padres que se oponen a que sus hijos reciban las clases en catalán y que se niegan a que sus hijos aprendan esta lengua es que son dirigidos por un conocido ultraderechista al que incluso han expulsado de Alemania donde tiene prohibido entrar por sus relaciones con grupos neonazis.
Si a estos señores no les gusta Catalunya ya saben donde está la puerta, que se vayan a algún lugar en el que ni ellos nos escuchen hablar en nuestra lengua, ni nosotros les oigamos decir estupideces a allos. Señor Caja y compañía, bon vent i barca nova.