19 de des. 2008

El franquisme i el nazisme

Per més que alguns neofranquistes s'encaparrin a negar les evidències els fets corroboren la col·laboració entre el franquisme i el nazisme abans, durant i després de la Guerra Civil. Aquest article de La Vanguardia publicat avui deixa clar aquest punt.
Por más que algunos neofranquistas se entosudezcan a negar las evidencias les hechos corroboran la colaboración entre el franquismo y el nazismo antes, durante y después de la Guerra Civil. Este artículo de La Vanguardia publicado hoy deja claro este punto.

Washington, Berlín y Amsterdam guardan pruebas que muestran el papel nazi Barcelona fue escenario de la 'cumbre' nazi que conectó con los golpistas españoles.
La Vanguardia - 19/12/2008
Adolf Hitler y el partido nacionalsocialista alemán alentaron e instigaron el golpe de Estado contra la República española del 18 de julio de 1936 con el fin de lograr una nazificación de España que concordara con sus planes para el dominio de Europa por el III Reich, según desvela un reportaje que publica el Magazine de La Vanguardia este fin de semana.
Los movimientos conspiradores en la península Ibérica de los nazis comenzaron en Lisboa en 1930 y fueron creciendo en función del desarrollo de la política interna española, como ponen de manifiesto una serie de documentos alemanes localizados en archivos de Londres, Amsterdam y Berlín por Eduardo Martín de Pozuelo, periodista de La Vanguardia, y Jordi Finestres, periodista y colaborador de este diario. Esta investigación se puede considerar continuación de tres series de reportajes sobre aspectos desconocidos de la reciente historia de España, publicados a partir de julio del 2005, galardonados con el premio internacional de Periodismo Rey de España que
recibieron Eduardo Martín de Pozuelo e Iñaki Ellakuría. Ahora, el Magazine descubre por primera vez la compleja trama nazi y española que desembocó en el
golpe militar de julio de 1936 y que tuvo en la fase final del trayecto conspirativo al misterioso jefe supremo nazi para España, Hans Hellermann, que sólo daba cuentas de sus acciones a Himmler y que enlazó con militares rebeldes. Instalado en Barcelona, convirtió la capital catalana en el epicentro nazi español que camufló bajo una empresa tapadera de la calle Avinyó número 2. En 1936, tras un viaje a Berlín para recibir instrucciones, convocó en Barcelona a los jefes de las agrupaciones nazis creadas en España. Para ello les envió un mensaje en clave comercial que el Magazine ha localizado en Amsterdam y que acababa con un destacado "¡Heil Hitler!". De este modo Hellermann se reunió entre el 15 y el 20 de mayo de 1936 con los 32 líderes de los más de 160 centros nazis instalados por toda España. Tras esta cumbre,considerada por los servicios secretos de Estados Unidos como una inequívoca preparación de la sublevación militar de julio de 1936, un alto comisionado nazi viajó de Berlín a Barcelona para hablar con Hellermann y mantener a Hitler informado. La visita a la capital catalana del jerarca nazi la desvela un misterioso documento que menciona, además, que ciertos combatientes deberían estar listos para el 25 de junio. La documentación hallada por el Magazine muestra también que antes del golpe, los nazis creyeron haber logrado sus objetivos políticos y militares para España cuando después de las elecciones de noviembre de 1933 la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), dirigida por José M. Gil Robles, se erigió en el partido con más diputados en el Congreso. Entonces otro jefe nazi instalado en Madrid giró una circular a los grupos locales de su partido para ordenar el establecimiento de conexiones con los elementos más extremistas de la CEDA y Gil Robles fue invitado al congreso nazi de Nuremberg. Los nazis estaban complacidos con la sintonía de la CEDA con militares como Goded o Franco, que contaron con las simpatías de los nacionalsocialistas alemanes después de la brutal represión a los mineros asturianos en octubre de 1934. El triunfo del Frente Popular cambió los planes nazis, enfocándolos hacia la sublevación. Entonces Hellermann conectó con militares en Barcelona muy especialmente con Luis López Varela, capitán de la quinta batería del regimiento de artillería Regimiento de Artillería de Montaña n.º 1, de guarnición en Barcelona. Hombre de confianza del general Mola, López Varela fue uno de los cabecillas de la Unión Militar Española (UME), organización clandestina creada a principios de 1934 que adquirió mayor fuerza después de las elecciones de febrero de 1936 cuando se enrolaron en ella muchos generales antirrepublicanos. El 18 de mayo de 1936 la UME y Falange se posicionaron por escrito contra la República y no dudaron comprometerse en combatirla en unos términos sin duda inspirados por los nazis y que calaron en el espíritu de generales como Mola, Sanjurjo o Franco.