Hem convertit la ciutat en una selva on preval la llei del
més fort, i en aquesta selva el més fràgil sempre és el vianant. El vianant no
està segur ni tan sols a la vorera, lloc prohibit a la circulació de vehicles a
motor, perquè un altre vehicle, la bicicleta, és la gran amenaça. L’incivisme
d’alguns ciclistes que circulen pel damunt de les voreres a tota velocitat com
si fessin un eslàlom esquivant vianants, cosa que no sempre aconsegueixen, i el
desconeixement de les normes de circulació de molts ciclistes és la causa que
les voreres no siguin del tot segures pels vianants.
És cert, que circular per la calçada en bicicleta no és
fàcil, sovint els vehicles de motor no respecten la fragilitat del ciclista o ni
tan sols se n’adonen de la seva presència fins que li han passat pel damunt,
però també la inconsciència de molts ciclistes que no perceben el risc de fer
segons quines maniobres sense avisar, posa en risc la seva vida.
Moltes ciutats tenen carrils bici separats de la calçada amb
alguna mena de separadors, quan el carril bici està a la vorera solen estar
indicats per unes línies, que tot s’ha de dir no sempre els vianants respecten,
però allà on no existeixen carrils bici segregats molts ciclistes opten per
circular per la vorera, i ho fan a gran velocitat, posant en risc la seguretat
dels vianants.
No només els ciclistes incívics són un perill pels vianants,
també ho són les voreres en mal estat i les tifes de gos que molts propietaris
de quissos no recullen després que la seva bestiola hagi deixat el “regalet”
damunt la vorera. Trepitjar una tifa de gos no dóna bona sort, t’embrutes i vas
arrossegant el tuf de tifa de gos allà on vagis fins que no trobes una font on
netejar-ho, però que t’embrutis és el menys greu que pot succeir-te, pots
relliscar i trencar-te una cama, i això només perquè un propietari de quisso no
ha volgut ajupir-se a recollir la tifa. Insistiré en un altre punt, el dels
pixats de gos. L’última vegada que vaig criticar que els gossos es pixessin al
peu dels fanals i semàfors van dir-me de tot menys maco, però entenguem una
cosa, els fanals i semàfors són dispositius elèctrics, dins d’aquell tub llarg
hi ha cables pels quals passa l’electricitat. El tub és metàl·lic i generalment
va pintat però sent aquest tub de metall està exposat a la corrosió, i el pixum
és àcid. Els recomano que mirin la base dels semàfors i fanals del seu carrer,
tret que aquests siguin nous o els hagin pintat fa poc, solen presentar un alt
grau de corrosió. Pixarien vostès en un endoll?. Doncs bé, quan el seu cànid
pixa en un semàfor o en un fanal és com si pixés en un endoll, potser que la
protecció del tub i els aïllants dels cables estiguin bé i no passi res, o pot
succeir que el seu gos acabi convertit en un gosset calent.
I per acabar, això no estava previst dir-ho. Hi ha una altra
mena d’animal, en aquest cas bípede, aficionat a marcar la seva ruta després
d’haver ingerit litres d’alcohol que té el mal costum d’anar deixant la seva
marca pels portals d’entrada de les cases, obligant els veïns que entren o
surten a fer equilibris per no haver de trepitjar els pixums del bípede vàndal.
Peatones, ciclistas, conductores y boñigas de perro
Hemos convertido la ciudad en una selva donde prevalece la
ley del más fuerte, y en esta selva lo más frágil siempre es el peatón. El
peatón no está seguro ni siquiera en la acera, lugar prohibido a la circulación
de vehículos a motor, porque otro vehículo, la bicicleta, es la gran amenaza.
El incivismo de algunos ciclistas que circulan por encima de las aceras a toda
velocidad como si hicieran un slalom esquivando peatones, lo que no siempre
consiguen, y el desconocimiento de las normas de circulación de muchos
ciclistas es la causa de que las aceras no sean del todo seguras para los
peatones.
Es cierto, que circular por la calzada en bicicleta no es
fácil, a menudo los vehículos de motor no respetan la fragilidad del ciclista o
ni siquiera se dan cuenta de su presencia hasta que le han pasado por encima,
pero también la inconsciencia de muchos ciclistas que no perciben el riesgo de
hacer según qué maniobras sin avisar, pone en riesgo su vida.
Muchas ciudades tienen carriles bici separados de la calzada
con algún tipo de separadores, cuando el carril bici está en la acera suelen estar
indicados por unas líneas, que todo hay que decirlo no siempre los peatones
respetan, pero allí donde no existen carriles bici segregados muchos ciclistas
optan por circular por la acera, y lo hacen a gran velocidad, poniendo en
riesgo la seguridad de los peatones.
No sólo los ciclistas incívicos son un peligro para los
peatones, también lo son las aceras en mal estado y las boñigas de perro que
muchos propietarios de chuchos no recogen después de que su bicho haya dejado
el "regalito" sobre la acera. Pisar una mierda de perro no da buena
suerte, te ensucias y vas arrastrando el tufo de mierda de perro allá donde
vayas hasta que no encuentras una fuente donde limpiarlo, pero que te ensucies
es lo menos grave que puede sucederte , puedes resbalar y romperte una pierna,
y eso sólo porque un propietario del chucho no quiso agacharse a recoger la
mierda. Insistiré en otro punto, el de los meados de perro. La última vez que
critiqué que los perros se measen al pie de las farolas y semáforos me llamaron
de todo menos bonito, pero entendamos una cosa, las farolas y semáforos son
dispositivos eléctricos, dentro de ese tubo largo hay cables por los que pasa
la electricidad. El tubo es metálico y generalmente va pintado pero siendo este
tubo de metal está expuesto a la corrosión, y el orín es ácido. Les recomiendo
que miren la base de los semáforos y farolas de su calle, salvo que éstos sean
nuevos o hayan pintado recientemente, suelen presentar un alto grado de
corrosión. ¿Mean ustedes en un enchufe?. Pues bien, cuando su cánido mea en un
semáforo o en una farola es como si mease en un enchufe, tal que la protección
del tubo y los aislantes de los cables estén bien y no pase nada, o puede
suceder que su perro termine convertido en un perrito caliente.
Y para terminar, no estaba previsto decirlo. Hay otro tipo
de animal, en este caso bípedo, aficionado a marcar su ruta después de haber
ingerido litros de alcohol que tiene la mala costumbre de ir dejando su marca
por los portales de entrada de las casas, obligando a los vecinos que entran o
salen a hacer equilibrios para no tener que pisar los orines del bípedo
vándalo.
2 comentaris:
Me parece haber leído hace tiempo un artículo similar en tu blog donde reclamabas las mismas cosas. Estoy de acuerdo en general con todo lo que pones ahí. Aquí casi nadie anda en bicicleta, muy poca gente, tal vez en verano se ven más ciclistas. Esto es un balneario pequeño así cerca de la playa se puede andar en bicicleta sin molestar a nadie. Animales sueltos por la calle casi no hay, tienen que estar en las casas, aunque a veces abandonan perros en la calle y la municipalidad o alguien, cada cierto tiempo los recoge,y me da la impresión que hacen eutanasia con ellos. No hay muchos perros ahora en el entorno. Orinar en la calle no he visto nunca a nadie, está prohibido entiendo yo. En relación a los excrementos de perros, todavía algunos animales los dejan en los jardines,es más raro los dejen en la vereda, pero a veces sucede cuando andan animales callejeros en el entorno pero ahora no he visto ninguno. Hace un par de años era terrible como dejaban sus excrementos en mi antejardín, tuve que colocar unas plantas espinosas para que no se metieran..Estoy de acuerdo que parece muy peligroso orinar encima de un enchufe no se a quien se le podría ocurrir algo así..!
Puede que sea la tercera o cuarta vez que trato este asunto. Yo vivo en el centro de la ciudad, aquí se suele ver todo tipo de medios de transporte, y se ha promocionado bastante el uso de la bicicleta, mucha gente usa la suya o usa las del servicio de alquiler de bicicletas del Ayuntamiento, el Bicing. El error es que mucha gente ignora las normas de circulación.
Sueltos no van los animales, van sujetos con una correa, pero esa correa suele ser extensible lo que permite al perro alejarse de su amo, y es eso lo que critico, cuando los perros se alejan de sus dueños extienden una cinta que puede ser una trampa para cualquier persona que ande por la calle.
En mi zona hay una discoteca, la gente sale muy borracha y se ponen a mear en cualquier sitio, dejando el lugar impregnado del olor.
A una persona sensata no se le ocurriría pero los perros no saben lo que es un enchufe, pero fíjate en lo que yo digo, los perros mean sobre los semáforos y farolas, lo que corroe el metal y los meados pueden llegar hasta los cables, eso sería como mear en un enchufe.
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