(o la reedició de la llei de jurisdiccions)
El PP valencià ha presentat una iniciativa al Congrés dels
Diputats per prohibir les xiulades a l’himne, no és, però, una iniciativa nova,
l’any 2005, arran que al Camp Nou es fes referència als “Països Catalans” ja
van proposar una reforma de la Llei de l’Esport que va ser aprovada a Les Corts
Valencianes el 2006 amb els vots a favor del PP i en contra del PSPV i de
l’Entesa. Sembla que aquesta proposta ha dormit durant sis anys en un calaix
del Congrés dels Diputats fins l’arribada del PP al poder. Les Corts
Valencianes van rebre un fax del Congrés dels Diputats on els anunciaven que es
prenia en consideració la proposta feta sis anys abans. El diputat Serra del PP
haurà de defensar aquesta proposta al Congrés dels Diputats.
La proposta del PP valencià vol afegir dos punts a l’article
66 de la Llei de l’Esport, una llei que prohibeix la presència als estadis de
símbols violents, racistes, armes i material pirotècnic. La proposta del
diputat Serra pretén que es prohibeixin actes polítics en recintes esportius en
plena competició des del començament fins al final de la competició. En el punt
3.b es prohibeixen les xiulades i els gestos contraris a l’Himne d’Espanya.
Anem a pams. Si pretenen prohibir els actes polítics als estadis no podrà sonar
l’Himne d’Espanya perquè això és un acte polític. I és incongruent que
autoritzin un acte polític i prohibeixin un altre. Ah, és veritat, aquestes
coses solen fer-les, solen autoritzar manifestacions ultradretanes el mateix
dia de la celebració d’un esdeveniment d’alt risc, i arriba alguna autoritat
política a dir que el que si es xiula l’himne d’Espanya s’ha de tancar l’estadi
– i que el partit es jugui un altre dia a porta tancada - mentre pels carrers un grup feixista exhibeix
banderes preconstitucionals i de les SS. Demanar congruència a aquesta gent és
absurd. El text que pretenen aprovar diu que “queden prohibits els actes que
incitaren, animaren, provocaren o foren en si mateixos constitutius d’ofenses o
ultratges de paraula, per escrit o fe fet a Espanya, a les seves Comunitats Autònomes
o als seus símbols o emblemes”. I el que són ultratges i ofenses ho decidiran
ells, cremar una bandera espanyola ara mateix ja es denuncia mentre que l’Estat
no considera cremar una ikurrinya o una Senyera sigui igualment delictiu. Això
em recorda a la llei de jurisdiccions que fa poc més d’un segle va aprovar-se a
instàncies dels militars, militars que havien assaltat les redaccions del
Cu-cut i la Veu de Catalunya, un fet que va aixecar irades protestes, els
militars no només no van sancionar aquell acte vandàlic sinó que van aconseguir
que el Congrés dels Diputats aprovés la llei de jurisdiccions que posava en
mans dels tribunals militars poder jutjar les injúries a Espanya i a l’Exèrcit.
Ara no és l’Exèrcit, és el PP el que vol aprovar aquest canvi legislatiu, només
els falta demanar l’autoritat per poder jutjar ells mateixos qui xiuli l’himne
o cremi l’estanquera. Ha passat un segle però hi ha coses que a Espanya no
canvien mai.
El PP quiere prohibir los silbidos al himno
(O la reedición de la ley de jurisdicciones)
El PP valenciano ha presentado una iniciativa en el Congreso
de los Diputados para prohibir los silbidos al himno, no es, sin embargo, una
iniciativa nueva, en el año 2005, a raíz de que el Camp Nou se hiciera
referencia a los "Países Catalanes" ya propusieron una reforma de la
Ley del Deporte que fue aprobada en Les Corts Valencianes en 2006 con los votos
a favor del PP y en contra del PSPV y de la Entesa. Parece que esta propuesta
ha dormido durante seis años en un cajón del Congreso de los Diputados hasta la
llegada del PP al poder. Las Cortes Valencianas recibieron un fax del Congreso
de los Diputados donde les anunciaban que se tomaba en consideración la
propuesta hecha seis años antes. El diputado Sierra del PP tendrá que defender
esta propuesta al Congreso de los Diputados.
La propuesta del PP valenciano
quiere añadir dos puntos en el artículo 66 de la Ley del Deporte, una ley que
prohíbe la presencia en los estadios de símbolos violentos, racistas, armas y
material pirotécnico. La propuesta del diputado Serra pretende que se prohíban
actos políticos en recintos deportivos en plena competición desde el comienzo
hasta el final de la competición. En el punto 3.b se prohíben los silbidos y
los gestos contrarios al Himno de España. Vayamos por partes. Si pretenden
prohibir los actos políticos en los estadios no podrá sonar el Himno de España
porque eso es un acto político. Y es incongruente que autoricen un acto
político y prohíban otro. Ah, es verdad, estas cosas suelen hacerlas, suelen
autorizar manifestaciones ultraderechistas el mismo día de la celebración de un
evento de alto riesgo, y llega alguna autoridad política decir que lo que si se
silba el himno de España se ha de cerrar el estadio - y que el partido se
juegue otro día a puerta cerrada - mientras por las calles un grupo fascista
exhibe banderas preconstitucionales y de las SS. Pedir congruencia a esta gente
es absurdo. El texto que pretenden aprobar dice que "quedan prohibidos los
actos que incitaron, animaron, provocaron o fueron en sí mismos constitutivos
de ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o fe hecho en España, a sus
Comunidades Autónomas oa sus símbolos o emblemas ". Y lo que son ultrajes
y ofensas lo decidirán ellos, quemar una bandera española ahora mismo ya se
denuncia mientras que el Estado no considera quemar una ikurriñas o una Senyera
sea igualmente delictivo. Esto me recuerda a la ley de jurisdicciones que hace
poco más de un siglo se aprobó a instancias de los militares, militares que
habían asaltado las redacciones del Cu-cut y la Veu de Catalunya, un hecho que
levantó airadas protestas, los militares no sólo no sancionaron aquel acto
vandálico sino que lograron que el Congreso de los Diputados aprobara la ley de
jurisdicciones que ponía en manos de los tribunales militares juzgar las
injurias a España y al Ejército. Ahora no es el Ejército, es el PP el que
quiere aprobar este cambio legislativo, sólo les falta pedir la autoridad para
poder juzgar ellos mismos quienes pite el himno o queme la estanquera. Ha
pasado un siglo pero hay cosas que en España no cambian nunca.
4 comentaris:
QUINA AVIRAM¡¡¡¡¡PERO ES EVIDENT QUE VOLEN "TAPAR", AMB LAS "CHORRADETES",DE COSTUM,TOTES LES SEVES RESPONSABILITATS DE LA MERDA ACTUAL,...."ESPAÑA VA BIEN¡¡¡"AQUI TENIM EL PRONCIPI DE TOTS ELS MALS.
I sorprenentment desenterren una proposta de fa sis anys aprofitant les xiulades del dia 25.
Parece controvertido este tema que tiene que ver, creo yo, con la libertad de expresión y conciencia de las personas..Creo que los ciudadanos tienen derecho a expresarse de cualquier forma y manera haciéndose cargo de las consecuencias de sus actos.. Cuando se trata de actos políticos, asi como de competencias deportivas la gente se deja llevar por el entusiasmo de la competencia y puede expresar su rechazo al adversario ya no con argumentos sino con gritos, silbidos, hasta golpes a veces.. Creo que es un problema de educación de las personas. Al parecer a veces no hay otra forma de educar cívicamente al pueblo que mediante leyes y reglamentos..Lamentablemente nunca estarán todos de acuerdo porque pesan los intereses de cada cual.. Siempre he pensado que deberían haber lugares especiales donde el pueblo pueda manifestarse políticamente y no en los estadios ni en la calle. Tal vez un gran teatro o un gran parque..o alguna plaza muy concurrida en el centro de la ciudad donde la gente libremente pueda manifestar lo que quiera..
Yo creo que entonar la canción nacional de un país no es un acto político sino un acto patriótico. Pero entiendo que en el caso de ustedes como existen conflictos o tendencias independentistas se transforma en un acto político entonar o no entonar el himno español.
Silbar el himno de España no es un delito, y aunque lo fuera sería irracional que el Estado decidiera detener a 60000 personas. La pitada es indicativo de que hay un conflicto entre el Estado español y los ciudadanos de ciertos territorios. Tratar de reprimir las protestas puede funcionar en una dictadura pero los Estados democráticos deben plantearse la posibilidad de que hay algo que no se está haciendo bien cuando ciudadanos de dos territorios diferentes, hoy bajo jurisdicción española, responden al himno con una pitada.
El himno de España, Marcha Real o de Marcha de Granaderos es uno de los pocos himnos carentes de letra. Cuando se interpreta en un acto público nadie sabe que hacer. Si un himno sin letra le cuesta hasta al más españolista de los españoles imagina a los que ni nos sentimos españoles ni tampoco nos sentimos españolistas.
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