El problema espanyol (IX)
Com a català em pregunto que fem encara formant part d’un Estat espanyol que no ens vol, només hi ha una cosa que a l’Estat espanyol l’interessa de Catalunya, els diners, tota la resta els fa nosa, trenca l’esquema d’Estat que ells intenten construir i en el qual no caben altres llengües que no siguin la castellana, ni altres poders que no siguin els d’un Estat castellà centralitzat i centralista.
Fa uns dies Esperanza Aguirre parlava de recentralitzar les competències de les Comunitats Autònomes, és a dir, desmantellar l’Estat autonòmic per tornar a un model centralista. Des del Govern Central, en mans del mateix partit que la presidenta madrilenya, li han dit que no. La meva teoria és que l’Estat no té mecanismes legals per desmantellar l’Estat autonòmic per molt que ho desitgin. En altres èpoques ho haurien pogut fer enviant l’exèrcit, i ho van fer, però estem en el segle XXI i per molt que a Madrid alguns sectors polítics i mediàtics ho poguessin desitjar, els seria impossible justificar davant la UE canonejar el Palau de la Generalitat o detenir el govern de Catalunya.
L’Estat intenta ofegar econòmicament les Comunitats Autònomes, aquelles que no tenen una tradició d’autogovern mentre les coses van anar bé, cap problema, però quan les coses no funcionen i han de respondre a les queixes dels ciutadans se n’adonen que no és tan “divertit” tenir institucions pròpies.
Les institucions de Catalunya fa molts segles que existeixen, són molt anteriors a les institucions espanyoles, hi ha una tradició d’autogovern molt llarga a Catalunya, el desmantellament, un altre cop, de les institucions pròpies de Catalunya no s’acceptaria. Per molt rucs que siguin a les Espanyes ells saben que suprimir el Parlament de Catalunya i la Generalitat de Catalunya com van fer Felip V (a partir del 1714) i el general Franco (1939), o la Mancomunitat (1914-1925) com va fer Primo de Rivera, seria un greu error que acabaria de trencar els pocs ponts que queden entre Catalunya i Espanya i que l’Estat ha anat destruint.
Com he dit, l’Estat intenta ofegar econòmicament les Comunitats Autònomes, i molt especialment aquelles que des del seu punt de vista són deslleials, és a dir, Catalunya. La crisi només ha posat en evidència un problema que des de Catalunya s’està denunciant des de sempre, l’Estat no compleix amb els acords que signa, podríem dir, parafrasejant aquella cançó de La Trinca, “els tractats amb espanyols només són paper mullat”. El govern espanyol amenaça d’intervenir les Comunitats Autònomes que no compleixin, però qui no compleix és l’Estat. Potser haurien de ser les Comunitats Autònomes, especialment Catalunya, que haurien d’intervenir l’Estat i denunciar-lo pels seus incompliments o enviar el cobrador de la barretina darrera del president del govern espanyol i dels membres del seu gabinet.
ERC-Rcat-Cataluya SI presentaran una moció davant el Congrés dels Diputats sol·licitant la derogació dels Decrets de Nova Planta de Catalunya, València i Mallorca. Aquests decrets van implicar la supressió de les institucions pròpies i la implantació d’una administració política, militar i judicial de tall castellà, que la recaptació dels tributs passés a mans de Castella, la supressió del dret de Catalunya a organitzar un exèrcit propi, a tot això s’ha d’afegir que la llengua catalana va quedar reduïda a l’ús privat amb el clar propòsit que acabés desapareixent. També van tancar totes les universitats del país, obrint la de Cervera. I un fet important, els catalans vam perdre la nostra nacionalitat, convertint-nos en ciutadans de segona al nostre propi país.
El problema español (IX) Como catalán me pregunto que hacemos aún formando parte de un Estado español que no nos quiere, sólo hay una cosa que en España le interesa de Cataluña, el dinero, todo lo demás les molesta, rompe el esquema de Estado que ellos intentan construir y en el que no caben otras lenguas que no sean la castellana, ni otros poderes que no sean los de un Estado español centralizado y centralista.
Hace unos días Esperanza Aguirre hablaba de recentralizar las competencias de las Comunidades Autónomas, es decir, desmantelar el Estado autonómico para volver a un modelo centralista. Desde el Gobierno Central, en manos del mismo partido que la presidenta madrileña, le han dicho que no. Mi teoría es que el Estado no tiene mecanismos legales para desmantelar el Estado autonómico por mucho que lo deseen. En otras épocas hubieran podido hacerlo enviando el ejército, y lo hicieron, pero estamos en el siglo XXI y por mucho que en Madrid algunos sectores políticos y mediáticos lo pudieran desear, les sería imposible justificar ante la UE canonejar el Palacio de la Generalitat o detener el gobierno de Cataluña.
El Estado intenta ahogar económicamente las Comunidades Autónomas, aquellas que no tienen una tradición de autogobierno mientras las cosas fueron bien, ningún problema, pero cuando las cosas no funcionan y deben responder a las quejas de los ciudadanos se dan cuenta que no es tan "divertido" tener instituciones propias.
Las instituciones de Cataluña hace muchos siglos que existen, son muy anteriores a las instituciones españolas, hay una tradición de autogobierno muy larga en Cataluña, el desmantelamiento, de nuevo, de las instituciones propias de Cataluña no se aceptaría.Por muy burros que sean en las Españas ellos saben que suprimir el Parlamento de Cataluña y la Generalitat de Cataluña como hicieron Felipe V (a partir de 1714) y el general Franco (1939), o la Mancomunidad (1914-1925) como hacer Primo de Rivera, sería un grave error que acabaría de romper los pocos puentes que quedan entre Catalunya y España y que el Estado ha ido destruyendo.
Como he dicho, el Estado intenta ahogar económicamente las Comunidades Autónomas, y muy especialmente aquellas que desde su punto de vista son desleales, es decir, Cataluña. La crisis sólo ha puesto en evidencia un problema que desde Cataluña se está denunciando desde siempre, el Estado no cumple con los acuerdos que firma, podríamos decir, parafraseando aquella canción de La Trinca, "los tratados con españoles sólo son papel mojado ". El gobierno español amenaza de intervenir las Comunidades Autónomas que no cumplan, pero quien no cumple es el Estado. Quizá deberían ser las Comunidades Autónomas, especialmente Cataluña, que deberían intervenir el Estado y denunciarlo por sus incumplimientos o enviar el cobrador de la barretina detrás del presidente del gobierno español y los miembros de su gabinete.
ERC-Rcat-Cataluya SI presentarán una moción ante el Congreso de los Diputados solicitando la derogación de los Decretos de Nueva Planta de Cataluña, Valencia y Mallorca. Estos decretos implicaron la supresión de las instituciones propias y la implantación de una administración política, militar y judicial de corte castellano, que la recaudación de los tributos pasara a manos de Castilla, la supresión del derecho de Cataluña a organizar un ejército propio, a todo ello hay que añadir que la lengua catalana quedó reducida al uso privado con el claro propósito de que acabara desapareciendo. También cerraron todas las universidades del país, abriendo la de Cervera. Y un hecho importante, los catalanes perdimos nuestra nacionalidad, convirtiéndonos en ciudadanos de segunda en nuestro propio país.
Hace unos días Esperanza Aguirre hablaba de recentralizar las competencias de las Comunidades Autónomas, es decir, desmantelar el Estado autonómico para volver a un modelo centralista. Desde el Gobierno Central, en manos del mismo partido que la presidenta madrileña, le han dicho que no. Mi teoría es que el Estado no tiene mecanismos legales para desmantelar el Estado autonómico por mucho que lo deseen. En otras épocas hubieran podido hacerlo enviando el ejército, y lo hicieron, pero estamos en el siglo XXI y por mucho que en Madrid algunos sectores políticos y mediáticos lo pudieran desear, les sería imposible justificar ante la UE canonejar el Palacio de la Generalitat o detener el gobierno de Cataluña.
El Estado intenta ahogar económicamente las Comunidades Autónomas, aquellas que no tienen una tradición de autogobierno mientras las cosas fueron bien, ningún problema, pero cuando las cosas no funcionan y deben responder a las quejas de los ciudadanos se dan cuenta que no es tan "divertido" tener instituciones propias.
Las instituciones de Cataluña hace muchos siglos que existen, son muy anteriores a las instituciones españolas, hay una tradición de autogobierno muy larga en Cataluña, el desmantelamiento, de nuevo, de las instituciones propias de Cataluña no se aceptaría.Por muy burros que sean en las Españas ellos saben que suprimir el Parlamento de Cataluña y la Generalitat de Cataluña como hicieron Felipe V (a partir de 1714) y el general Franco (1939), o la Mancomunidad (1914-1925) como hacer Primo de Rivera, sería un grave error que acabaría de romper los pocos puentes que quedan entre Catalunya y España y que el Estado ha ido destruyendo.
Como he dicho, el Estado intenta ahogar económicamente las Comunidades Autónomas, y muy especialmente aquellas que desde su punto de vista son desleales, es decir, Cataluña. La crisis sólo ha puesto en evidencia un problema que desde Cataluña se está denunciando desde siempre, el Estado no cumple con los acuerdos que firma, podríamos decir, parafraseando aquella canción de La Trinca, "los tratados con españoles sólo son papel mojado ". El gobierno español amenaza de intervenir las Comunidades Autónomas que no cumplan, pero quien no cumple es el Estado. Quizá deberían ser las Comunidades Autónomas, especialmente Cataluña, que deberían intervenir el Estado y denunciarlo por sus incumplimientos o enviar el cobrador de la barretina detrás del presidente del gobierno español y los miembros de su gabinete.
ERC-Rcat-Cataluya SI presentarán una moción ante el Congreso de los Diputados solicitando la derogación de los Decretos de Nueva Planta de Cataluña, Valencia y Mallorca. Estos decretos implicaron la supresión de las instituciones propias y la implantación de una administración política, militar y judicial de corte castellano, que la recaudación de los tributos pasara a manos de Castilla, la supresión del derecho de Cataluña a organizar un ejército propio, a todo ello hay que añadir que la lengua catalana quedó reducida al uso privado con el claro propósito de que acabara desapareciendo. También cerraron todas las universidades del país, abriendo la de Cervera. Y un hecho importante, los catalanes perdimos nuestra nacionalidad, convirtiéndonos en ciudadanos de segunda en nuestro propio país.
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