Agressió a Benet XVI
Dies enrere va ser un home qui va agredir el primer ministre italià Silvio Berlusconi colpejant-lo amb una miniatura del Duomo de Milà, aquest cop ha sigut una dona la que ha intentat saltar damunt de Benet XVI, la mateixa dona ja ho havia intentat l'any passat. Una setmana abans que jo anés a Roma a passar les meves vacances, durant l'estiu de fa dos anys, un boig va intentar enfilar-se en el papamòbil, la setmana següent van restringir el recorregut per raons de seguretat. A Joan Pau II van intentar matar-lo, l'home que li va disparar ha sigut posat en llibertat.
Bush pare o Ronald Reagan també tenen el trist honor de formar part dels líders polítics – el Papa és líder religiós però també podria considerar-se'l líder religiós – que han patit atemptats o agressions, en el cas de Benet XVI sense conseqüències. En aquesta llarga llista hi podem trobar a Indira Gandhi, Isaac Rabin, John Fitzgerald Kennedy, Mahatma Gandhi, Eduardo Dato, Joan Prim, Abraham Lincoln, i un llarguíssim llistat de líders assassinats. D'altres cops la cosa queda en un simple ensurt. En el cas dels personatges més actuals, de Kennedy fins als nostres dies, sorprén que les mesures de seguretat que han d'impedir el magnicidi fallin com una escopeta de fira – no sé si és gaire apropiat parlar d'escopetes en aquest cas, diria que no – i acabin amb el personatge mort. Això val també en el cas de les agressions patides per Berlusconi o Benet XVI, que tot i que no han acabat en desgràcia no van poder-se impedir. Se suposa que l'ensinistrament que reben els guardaespatlles els ha de fer actuar prou ràpidament com per ser capaços d'impedir que el personatge al que protegeixen pateixi cap dany. En el cas de Berlusconi diuen que els guardaespatlles no van adonar-se de res fins que l'agressió no estava consumada perquè miraven cap a Berlusconi i no cap a fora. En les imatges de la dona que va voler tocar a Benet XVI es veu com la dona salta pel damunt de les tanques i aconsegueix arribar fins al Sant Pare just en aquell moment els serveis de seguretat van actuar. Tot i que va ser ràpida el fet d'haver de saltar una tanca ja hi hauria d'haver sigut advertit pel personal de seguretat i haver-la aturat. La dona només volia tocar a Benet XVI però igual que algú pot saltar les tanques per tocar al Sant Pare pot haver-hi algú que vulgués matar-lo.
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Días atrás fue un hombre que agredió el primer ministro italiano Silvio Berlusconi golpeándolo con una miniatura del Duomo de Milán, esta vez ha sido una mujer la que ha intentado saltar encima de Benedicto XVI, la misma mujer ya lo había intentado el el año pasado. Una semana antes de que yo fuera a Roma a pasar mis vacaciones, durante el verano de hace dos años, un loco intentó subirse en el papamóvil, la semana siguiente restringieron el recorrido por razones de seguridad. A Juan Pablo II intentaron matarlo, el hombre que le disparó ha sido puesto en libertad.Bush padre o Ronald Reagan también tienen el triste honor de formar parte de los líderes políticos - el Papa es líder religioso pero también podría considerársele líder religioso - que han sufrido atentados o agresiones, en el caso de Benedicto XVI sin consecuencias. En esta larga lista podemos encontrar a Indira Gandhi, Isaac Rabin, John Fitzgerald Kennedy, Mahatma Gandhi, Eduardo Dato, Joan Prim, Abraham Lincoln, y un larguísimo listado de líderes asesinados. Otras veces la cosa queda en un simple susto. En el caso de los personajes más actuales, de Kennedy hasta nuestros días, sorprende que las medidas de seguridad que deben impedir el magnicidio fallen como una escopeta de feria - no sé si es muy apropiado hablar de escopetas en este caso, diría que no - y acaben con el personaje muerto. Esto vale también en el caso de las agresiones sufridas por Berlusconi o Benedicto XVI, que aunque no han acabado en desgracia no pudieron impedir. Se supone que el adiestramiento que reciben los guardaespaldas debe hacer actuar lo suficientemente rápido como para ser capaces de impedir que el personaje al que protegen sufra ningún daño. En el caso de Berlusconi dicen que los guardaespaldas no darse cuenta de nada hasta que la agresión no estaba consumada porque miraban a Berlusconi y no hacia fuera. En las imágenes de la mujer que quiso tocar a Benedicto XVI se ve como la mujer salta por encima de las vallas y consigue llegar hasta el Santo Padre justo en ese momento los servicios de seguridad actuaron. Aunque fue rápida el hecho de tener que saltar una valla ya debería haber sido advertido por el personal de seguridad y haberla detenido. La mujer sólo quería tocar a Benedicto XVI pero igual que alguien puede saltar las vallas para tocar al Santo Padre puede haber alguien que quisiera matarlo.
2 comentaris:
Me impresiona lo que ha sucedido...creo que la joven sólo quería tocarlo, pero cuando ella salta la valla y se acerca al Papa, me da la impresión que lo tira o atrae hacia ella, es como si el papa se hubiese caído sobre ella. Yo creo que ella alcanzó a estar frente al Papa, pero se produjo el tumulto en ese momento y seguramente la sujetaron a ella para sacarla, y al tirarla para sacarla ella se sujeta del Papa, y ahí él cae, creo yo.
Según han dicho se trata de una mujer desequilibrada pero que no quería hacer daño al Papa, todo lo contrario, solo quería tocarlo, es decir, que lo que ella siente es adoración por la figura del Papa. No es comparable ni mucho menos a lo sucedido con Berlusconi, esta mujer no pretendía hacer daño al Papa.
El problema es que si que hay gente que está dispuesta a atentar contra personajes importantes. Aún y así creo que las medidas de seguridad siempre fallan. Si alguien hubiese querido matar al Papa lo habría logrado, por suerte no es el caso. He expuesto una lista de personajes históricos que han sufrido atentados, en algunos casos mortales.
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