PARAFRASEANDO VOY, IMITANDO VENGO
Dado que voy a hablar de políticos españoles voy a escribir
este post en la lengua de Cervantes, bueno, en la de Cervantes no, lo haré en
la de Camilo José Cela o Paco Umbral. Me perdonarán ustedes si se me escapa algún
taco. Lo escribiré en castellano para que me entiendan, vuesas mercedes. Coño,
se me ha colado el castellano de Cervantes. Discúlpenme las catalanadas, alguna
colaré de manera intencionada, o no.
Empecemos. Ayer vimos a Pedro Sánchez Castejón en un míting,
no sé si electoral, preelectoral, postelectoral, o alguna cosa por el estilo.
El secretario general del PSOE dijo muchas cosas, de las que hoy nadie se
acuerda, lógico, la enorme bandera española situada a espaldas del líder
socialista dejó a todos boquiabiertos, esmaperduts, alucinados, de hecho es de
lo único que se habla hoy. La derecha mediatica y política le ha dado más palos
que a un stick tartar. ¿Que se ha creído este sociata usando los símbolos
patrios?, claman. Esa derecha, con el fuero de los españoles franquista marcado
a fuego en el culo, que cree que solo se es español si se es católico y de
derechas, y a poder ser, del PP. Y viene el advenedizo éste y sale a hacer un discurso con la bandera
detrás. Pedro Sánchez Castejón ha cometido un error, ha intentado competir en
españolismo con el PP, el partido españolista por inspiración divina, según
ellos, claro. Pero a mi la escena me ha recordado a una escena de Paton, la
película en la que George C. Scott interpreta al general estadounidense George
S. Paton, concretamente aquella en la que aparece en un escenario con la
bandera de las barras y estrellas detrás.
Y ha salido Albert Rivera parafraseando a Martin Luther
King, diciendo “tengo un sueño” (I have a dream), su sueño puede ser nuestra
pesadilla (his dream can be our nightmare). Yo le propongo que cuando visite
Berlin diga, parafraseando a Kennedy en 1961 “Ich bin ein Berliner” (soy
berlinés). Cuando Rivera limitaba sus actividades políticas era considerado en
España el español en tierra de herejes catalanes, ahora que ha decidido
trasladar sus ambiciones políticas desde las colonias a la capital del Imperio,
es “ese catalán” de las colonias que quiere ser presidente de España, y el
muchacho se ve obligado a demostrar que es un español de pro, no uno de esos
indígenas herejes de la colonia del nordeste, repitiendo aquello tan español de
“Ich bin ein Spanier, Spanier, Spanier, lo lo lo”, perdón, él diria “soy
español, español, español, lo lo lo”.
Y acabaré con Rajoy y el Partido Popular. El podría
parafrasear a Churchill, aunque en su caso la frase más famoso del Primer
Ministro británico quedaría adaptada de la siguiente manera: “Nunca tan pocos
robaron tanto a tantos”.
Yo parafrasearé a Cicerón.
¿Hasta cuando, políticuchos de tres al cuarto, abusaréis de
nuestra paciencia?
¿Hasta cuando seguiréis riéndoos de nosotros?¿Cuando acabarán estas desvergüenzas vuestras?
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