2 de maig 2012

La primavera àrab és una gran enganyifa

La primavera àrab és una gran enganyifa


Els mitjans de comunicació han batejat amb el nom de “primavera àrab” les revoltes que van anar produint-se als països àrabs i que ha provocat el derrocament de Ben Alí i Mubarak, la mort de Gadafi, que el règim sirià trontolli i tracti de mantenir-se al poder bombardejant als seus compatriotes, etc. I aquest etcètera és llarg.

Segurament la premsa ha volgut nomenar primavera àrab a unes revoltes que van iniciar-se el mes de novembre (hivern) a Tunísia i es van anar estenent una vintena de països àrabs comparant aquestes revoltes amb la primavera de Praga (1966) o, potser la primavera dels pobles (segle XIX). Cal dir que totes aquestes primaveres van acabar en un bany de sang, igual que la primavera àrab, i no oblidem que les estacions duren tres mesos i aquesta primavera àrab ja fa any i mig que dura.

Alguns van creure que la caiguda dels vells tirans suposaria que aquests països es modernitzarien i democratitzarien. Santa innocència. De moment han caigut alguns dels tirans, això ha costat i segueix costant moltes vides, i tot el procés només haurà servit per canviar a dictadors amb gorra de plat per dictadors islamistes. Ja en algun d'aquests països els islamistes estan agafant el poder i imposant la llei islàmica.

Aquells que a casa nostra veien la primavera àrab amb simpatia, fins i tot, d'una manera estúpida i ingènua sentien admiració i ho veien quasi com un exemple a seguir espero que s'hagin tret la vena dels ulls abans que aquesta gent a la que tant admiren els acabi obligant a vestir amb gel•laba (ells) o burka (elles) i a resar en direcció a la Meca.

Les revoltes que s'han produït als països àrabs no estan servint, com alguns ingènuament creien, per implantar règims democràtics, ni tan sols unes democràcies de pa sucat amb oli, s'estan canviant règims autoritaris de caire militar per règims teocràtics. Per a aquest viatge no feien falta aquestes alforges plenes de morts.









La primavera árabe es una gran engañifa

Los medios de comunicación han bautizado con el nombre de "primavera árabe" las revueltas que fueron produciéndose en los países árabes y que ha provocado el derrocamiento de Ben Alí yMubarak, la muerte de Gadafi, que el régimen sirio se tambalee ytrate de mantenerse en el poder bombardeando a sus compatriotas, etc. Y este etcétera es largo.

Seguramente la prensa ha querido nombrar primavera árabe enunas revueltas que se iniciaron el mes de noviembre (invierno) en Túnez y se fueron extendiendo una veintena de países árabescomparando estas revueltas con la primavera de Praga (1966) o, quizás la primavera de los pueblos (siglo XIX). Hay que decir quetodas estas primaveras acabaron en un baño de sangre, al igual que la primavera árabe, y no olvidemos que las estaciones duran tres meses y esta primavera árabe ya hace año y medio que dura.

Algunos creyeron que la caída de los viejos tiranos supondría queestos países se modernizar y democratizar. Santa inocencia. De momento han caído algunos de los tiranos, esto ha costado y siguecostando muchas vidas, y todo el proceso sólo habrá servido para cambiar a dictadores con gorra de plato por dictadores islamistas.Ya en alguno de estos países los islamistas están tomando elpoder e imponiendo la ley islámica.

Aquellos que en nuestro país veían la primavera árabe consimpatía, incluso, de una manera estúpida e ingenua sentíanadmiración y lo veían casi como un ejemplo a seguir espero quehayan sacado la venda de los ojos antes de que esta gente a laque tanto admiran los acabe obligando a vestir con chilaba (ellos) o burka (ellas) y a rezar en dirección a la Meca.

Las revueltas que se han producido en los países árabes no están sirviendo, como algunos ingenuamente creían, para implantar regímenes democráticos, ni siquiera unas democracias de medio pelo, se están cambiando regímenes autoritarios de carácter militar por regímenes teocráticos. Para ese viaje no hacían falta esas alforjas llenas de muertos.







4 comentaris:

patriciaroijonas ha dit...

Estoy de acuerdo contigo en que las caidas de los gobiernos de los países árabes en el gran movimiento llamado primavera árabe no tiene los resultados que ingenuamente algunas personas en el mundo occidental esperaban..

Jaume C. i B. ha dit...

Ni los resultados que esperábamos los occidentales ni los que ellos esperaban. Pero no es nuevo que la caída de regímenes autoritarios vaya sucedida por el ascenso de regímenes autoritarios de otro signo. La Rusia de los zares fue sucedida por el régimen soviético, y una vez caído éste tenemos el régimen Putin-Medvedev. La caída del Kaiser supuso con el breve paréntesis de la República de Weimar la llegada del nazisme. La caída de Primo de Rivera supuso la llegada del franquismo con el paréntesis de la República en medio. Los árabes no tienen ninguna tradición democrática, los regímenes militares como el de Mubarak, Gaddafi o Ben Alí están siendo substituidos por regímenes islamistas. En Marruecos los islamistas también han logrado el poder, aunque en este caso respetando la figura del rey, que tampoco es un demócrata. La caída del Sha en Persia llevó a ese país de una dictadura militar a una teocracia islamista que ahora conocemos.
Hay que recordar que todos los fenómenos llamados "primavera (lo que sea)" suelen acabar ahogados en sangre.

patriciaroijonas ha dit...

Yo no se si realmente ellos no esperaban lo que tienen, porque al fin y al cabo ellos siguen siendo islámicos las mayorías...yo creo que los cambios en el mundo árabe no son iguales a los del mundo occidental, pienso que los conocemos poco.

Jaume C. i B. ha dit...

Los europeos somos mayoritariamente cristianos pero hemos sabido separar la religión del Estado, en algunos lugares más que en otros, cierto. Un partido que pidiera substituir la Constitución de cualquier país europeo por la Biblia sería el hazmerreir de toda la población.
Sin embargo, lo que estamos viendo en los países árabes es la caída de regímenes militares, la gente pedía libertad y democracia, pero los islamistas han aprovechado el caos para ir haciéndose con el poder. Dada la deriva que llevan te puedo asegurar que no tengo muchas ganas de conocerles.