Abans de respondre a la pregunta del títol hem de tractar unes qüestions prèvies.
Les monarquies tenen punts en comú però també moltes característiques particulars, per tant hem de centrar-nos en aquesta monarquia que tenim més a prop encara que moltes de les coses que diré són aplicables a qualsevol monarquia. Un rei és un càrrec vitalici i hereditari, és a dir, normalment el càrrec de rei s'hereta de pare a fill, i s'és rei fins el dia de la mort, tret que abdiquin o que siguin derrocats. El rei al que els catalans li paguem el sou - amb monedes que en el cas de les d'1 i 2 euros tenen la seva cara – és un Borbó, una dinastia que va començar a regnar el segle XVIII i que ha estat destronada quatre vegades i sempre han tornat, com la mala herba. L'actual rei, però, no va heretar el càrrec del seu pare, tampoc del seu avi, va heretar el càrrec de cap d'Estat a títol de rei del dictador feixista Francisco Franco.
El rei és el cap d'Estat, i com deien els llibres de l'època ja llunyana en què jo estudiava, el rei regna però no governa, és a dir, el rei signa allò que li posen pel davant però no legisla, no opina, no mana, no té cap poder, i sort que no en té, perquè un Borbó amb poder és més perillós que un mal de queixal. Llavors, per a què serveix un rei?. Fa discursos plens de vaguetats, talla cintes per inaugurar ponts, hospitals i altres obres i a canvi hi posen una placa amb una cortina i convida a sopar als caps de govern o d'Estat d'altres Estats que visiten oficialment el Regne de les Espanyes. I de tant en tant va a Baqueira a trencar-se la cama o surt a navegar amb el Bribón o va a caçar ossos russos borratxos. És a dir, la vida que tots nosaltres voldríem però que com a ciutadans ens toca molt la pera perquè amb els temps que corren és molt molest mantenir - a cos i cost de rei - a gent que fa el dropo a càrrec de l'erari públic, o el que és el mateix, dels nostres impostos.
¿PARA QUÉ SIRVE UN REY?
Antes de responder a la pregunta del título tenemos que tratar unas cuestiones previas.
Las monarquías tienen puntos en común pero también muchas características particulares, por lo tanto debemos centrarnos en esta monarquía que tenemos más cerca aunque muchas de las cosas que diré son aplicables a cualquier monarquía. Un rey es un cargo vitalicio y hereditario, es decir, normalmente el cargo de rey se hereda de padre a hijo, y se es rey hasta el día de la muerte, a menos que abdiquen o que sean derrocados. El rey al que los catalanes le pagamos el sueldo - con monedas que en el caso de las de 1 y 2 euros tienen su cara - es un Borbón, una dinastía que empezó a reinar el siglo XVIII y que ha sido destronada cuatro veces y siempre han vuelto, como la mala hierba. El actual rey, sin embargo, no heredó el cargo de su padre, tampoco de su abuelo, heredó el cargo de jefe de Estado a título de rey del dictador fascista Francisco Franco.
El rey es el jefe de Estado, y como decían los libros de la época ya lejana en que yo estudiaba, el rey reina pero no gobierna, es decir, el rey firma lo que le ponen por delante pero no legisla, no opina, no manda, no tiene ningún poder, y suerte que no lo tiene, porque un Borbón con poder es más peligroso que un dolor de muelas. Entonces, ¿para qué sirve un rey?. Hace discursos llenos de vaguedades, corta cintas para inaugurar puentes, hospitales y otras obras y a cambio ponen una placa con una cortina, e invita a cenar a los jefes de gobierno o de Estado de otros Estados que visitan oficialmente el Reino de las Españas. Y de vez en cuando va a Baqueira a romperse la pierna o sale a navegar con el Bribón o va a cazar osos rusos borrachos. Es decir, la vida que todos nosotros quisiéramos pero que como ciudadanos nos toca mucho la pera porque con los tiempos que corren es muy molesto mantener - a cuerpo y coste de rey - a gente que hace el zángano a cargo del erario público, o lo que es lo mismo, de nuestros impuestos.
6 comentaris:
Yo creo que una o la monarquía - y voy a dar el ejemplo de Inglaterra no de España - tiene un significado histórico y cultural que puede variar en los distintos reinos. Hay pueblos que aman a su monarca o señor y lo respetan o lo admiran. La corona británica es una institución monárquica actualmente constitucional.
El monarca británico , en este caso la reina Isabel II de Inglaterra es Jefe de Estado del Reino Unido y de 15 países y territorios de Ultramar. Su linaje es ancestral y se remonta al período anglosajón y, por último, más atrás a los reyes de los anglos.
Estamos buscando utilidad en una monarquía, creo que el bien es espiritual..creo hay mucho de espíritu caballeresco y romántico en los seres humanos y un rey o reina permite de alguna manera vivir ese sueño.
Yo soy persona nacida en una República, un país que una vez fue colonia de la corona española, así no conozco mucho de lo que significa vivir en una monarquía, pero me gusta leer cosas acerca de la vida de los reyes y sus gestas. Sus amores, sus odios y traiciones. Sus descendencias y enfrentamientos por el poder de una corona.
A mi me gusta ver a la reina de Inglaterra en buenas fotografías, disfruto observándola como asimismo a sus descendientes. Creo que ese sentimiento es un bien espiritual.
Las personas que son antimonárquicos seguramente no van a disfrutar la fotografía de una reina o de un rey, o no se van a encantar con la visita virtual de alguno de sus palacios o tesoros culturales.
Todas las monarquías europeas son monarquías constitucionales sin poder efectivo ya que en Europa todos los países son democráticos, otra cosa es, y eso es de lo que yo trato en este artículo centrándome en la monarquía borbónica española que es la que tengo más cerca, si la monarquía, es decir, que alguien por derecho de nacimiento esté por encima del resto de sus conciudadanos y de la ley, y que tenga unos privilegios impropios de Estados democráticos.
Dices que te gusta ver esas imágenes de la reina de Inglaterra, seguramente por la parafernalia que hay alrededor, pero ¿no tienes la sensación de ver unas imágenes propias de otras épocas aunque sean actuales?.
Los países jóvenes suelen sentir admiración por esas escenas decimonónicas de la vieja Europa, en Europa muchos países que fueron monarquías son hoy repúblicas y aún los miembros de las viejas noblezas hacen uso público de sus viejos títulos y ya carentes de significación para la gente del pueblo.
Hola Jaume. Ésta es, en realidad, una pregunta retórica... ¿Para qué sirve un monarca en el siglo XXI...?
Evidentemente, para nada... Hoy en día, los monarcas son meras figuras decorativas -eso sí, carísimas- que algunos Estados europeos -con ínfulas de fenecidas glorias pasadas- y unos cuantos países tercermundistas conservan a costa del erario público sin consultar periódicamente a nadie sobre el mantenimiento de tan dispendiosa institución...
Pero existe un caso especial, en este curioso conglomerado de países ricos y paupérrimos, que merece especial atención... Y es, precisamente, el de nuestro país...
Salutacions.
Así és, Josep, y hoy en día la monarquía en general y la monarquía española en concreto, es una institución cada vez más discutida.
En España no hay monárquicos, aunque tampoco hay republicanos en sentido estricto, en realidad, el problema básico és que España no tiene claro lo que quiere ser.
Ni tan siquiera los propios españolistas se creen demasiado lo de España.
La monarquia espanyola tal com ho has descrit és una imposició del Dictador que no varem poder triar si la volíem o no.
No ens arriba per el pas del pare al fill ni per dinastia.
Ni Monarquia, ni república, hauríem de anar cap els Estats Units d'Europa o una Europa de les regions, els contes de fades i reis ja va passar a l'història a l'època feudal.
No és normal conservar aquestes costums tant costoses en ple segle XXI.
Lobby: Les monarquies són una relíquia del passat i la seva existència en Estats democràtics no té cap explicació. En una societat en què els ciutadans ens queixem que encara que podem escollir els nostres representants polítics siguin aquests els que decideixin els que escolleixin el cap principal de la institució, és a dir, nosaltres escollim els diputats i els regidors però no pas el president de la Generalitat o l'alcalde, encara és més inacceptable que la més alta autoritat de l'Estat hagi estat escollida per un dictador militar mort fa 36 anys.
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